Portugal se ha convertido en un país cada vez más atractivo para los ciudadanos extranjeros, tanto por sus condiciones de vida como laborales, que hacen que cada vez más empresas y trabajadores estén interesados en instalarse en el país. Sin embargo, antes de decidirse a hacerlo, son necesarios algunos pasos legales previos para que un empleado extranjero pueda empezar a trabajar oficialmente en Portugal.
Uno de los mejores puntos de referencia y principales fuentes del derecho laboral portugués en materia de contratación de trabajadores extranjeros es el Código de Trabajo portugués. En cualquier caso, para obtener un permiso de trabajo adecuado en Portugal es necesario seguir tres pasos.
Solicitar el visado portugués
Considerando que un empleado extranjero va a ser contratado para trabajar en una entidad portuguesa previamente establecida, el primer paso es obtener un visado para que el empleado pueda entrar en el país. El visado no será necesario en caso de empleados de Estados miembros de la UE, sólo deberán solicitarlo los empleados de Estados no miembros
La documentación exacta requerida puede variar ligeramente dependiendo del país de origen del empleado y del tipo de visa que se solicite. Sin embargo, para una visa regular la información habitual a entregar es la siguiente:
- Dos copias de una solicitud completa
- Dos fotografías recientes e idénticas al estilo pasaporte
- Pasaporte original vigente con al menos dos páginas disponibles
- Comprobante de fondos suficientes para su propio mantenimiento
- Prueba o propuesta de alojamiento
- Comprobante de seguro (mínimo de 30.000 € de cobertura)
- Verificación de antecedentes o permiso para dicha verificación
- Copia de un contrato de trabajo válido
- Documentación original de la Seguridad Social
Solicitar Permiso de Trabajo en Portugal
Ligeramente más difícil de obtener para los individuos de países no miembros de la UE, el permiso de trabajo portugués está reservado para profesionales altamente cualificados y para aquellos puestos que no podrían ser cubiertos razonablemente por trabajadores portugueses. Para poder optar a cubrir estos puestos, los solicitantes deben tener al menos una licenciatura y 5 años de experiencia laboral de nivel superior en su especialidad. En la mayoría de los casos, es imprescindible que los solicitantes posean una oferta de trabajo de una entidad portuguesa.
La solicitud de permiso de trabajo puede ser presentada tanto por el empleador portugués en nombre del empleado como por el propio empleado en la delegación regional de los Servicios de Inmigración y Fronteras portugueses. Además de la documentación requerida para la solicitud de visa, se deben presentar los siguientes documentos junto con la solicitud de permiso completa:
- Visado de residencia no vencido
- Documentos fiscales relevantes
- Inscripción en la Seguridad Social
La obtención de un permiso de trabajo puede demorarse hasta 60 días. El coste de este trámite dependerá del tipo de permiso de trabajo que se esté solicitando.
A su llegada a Portugal
Completados los trámites de obtención de visado y permiso de trabajo, el empleado puede viajar a Portugal y completar el resto de los trámites. Así, deberá registrarse y obtener los siguientes documentos antes de la fecha oficial de inicio de su actividad profesional:
- Tarjeta de residencia del SEF
- Inscripción en la Seguridad Social Portuguesa
- Código Tributario del Director General de Impuestos
Asimismo, deberá adjuntarse una copia del contrato del trabajador con todos los elementos anteriormente mencionados, que se conservará durante la vigencia de dicho contrato. Adicionalmente el artículo 5 del Código de Trabajo portugués exige la presentación de los siguientes datos de los empleados:
- Identificación, firmas y dirección o sede del empleado y del empleador;
- Referencia al visado de trabajo;
- Cargo y remuneración;
- Lugar y horario normal de trabajo;
- Importes, periodicidad y forma de pago de la remuneración;
- Fechas de inicio y fin de la relación contractual.
Antes de la entrada en vigor de la relación contractual con el empleado, la compañía debe registrar el contrato extranjero ante la Autoridad de Condiciones Laborales o ATC. Una vez realizado este trámite, la ACT le proporcionará más instrucciones a través de su plataforma en línea. De igual modo, todas las rescisiones anticipadas deben ser notificadas a este organismo a través de la misma plataforma. Es igualmente importante señalar que los ciudadanos nacionales o los pertenecientes a cualquiera de los siguientes Estados miembros están exentos de este paso adicional en el proceso de contratación extranjera: Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Turquía, Brasil (sujeto a la igualdad de derechos), Cabo Verde, Guinea Bissau y Santo Tomé y Príncipe.
En definitiva, aunque hay muchos pasos para asegurar el registro apropiado de un empleado extranjero, es crítico cumplir con las regulaciones locales. Las consecuencias pueden ser graves, desde advertencias administrativas hasta multas.
En una economía global con una mano de obra internacional móvil y cualificada, las empresas ubicadas en lugares atractivos están preparadas para beneficiarse de la contratación de personal extranjero especializado. Sin embargo siempre hay que navegar por los sistemas legales y regulatorios. Asociarse con un proveedor especializado en finanzas internacionales y movilidad para completar una propuesta de negocio de valor puede ser la decisión que permita desbloquear el potencial de la compañía.