Con políticas fiscales favorables a las empresas y un sistema de nóminas relativamente sencillo, no es de extrañar que muchas entidades multinacionales quieran expandirse hacia la cosmopolita ciudad de Hong Kong, hoy en día importante centro financiero y económico. Sin embargo, para asegurar el máximo beneficio y evitar sanciones graves, es fundamental matizar algunas consideraciones a la hora de aplicar la normativa laboral del país.
Nuevos Empleados e Información de Empleados
Las políticas de inmigración de Hong Kong están diseñadas para atraer habilidades y talento, y la ciudad cuenta con cuatro universidades clasificadas entre las 50 mejores del mundo.
Recopilar información del empleado antes de la fecha de inicio del contrato, es el primer paso en el proceso de cálculo de nómina. Para las empresas que hacen negocios en Hong Kong, este trámite es relativamente simple. La notificación de nuevos empleados debe ser comunicada al Departamento de Impuestos Internos, junto con el pasaporte, el contrato laboral firmado y el permiso de trabajo, dentro de los tres meses de la fecha de inicio de la relación laboral.
Remuneración de los empleados
Las compañías que operan en Hong Kong tienen mucha flexibilidad a la hora de acordar paquetes de remuneración con sus futuros empleados. Así, por ejemplo, no hay horarios de trabajo estandarizados, de forma que el horario laboral semanal de un empleado se describe en su contrato, con particularidades específicas en función del sector, situación del empleado en el país y otras variables.
Las variables que componen la remuneración incluyen desde el salario básico general hasta ciertos beneficios adicionales como el subsidio para el automóvil, la educación y la atención sanitaria, el permiso de maternidad o las vacaciones pagadas. La prestación más habitual es el subsidio de vivienda que, habitualmente, se paga directamente al propietario para garantizar que se utiliza correctamente.
Impuesto sobre el salario
El impuesto sobre la renta, o impuesto al salario como se conoce comúnmente en Hong Kong, no es retenido por los empleadores, pero las compañías tienen la obligación de informar acerca de la remuneración que perciben los empleados a través de una declaración anual (BIR56A e IR568) al Departamento de Impuestos Internos o Inland Revenue Department, en adelante, IRD. Además, deben comunicar todos los nuevos empleos, despidos o fallecimientos, y las bajas de larga duración a través de los formularios IR56E, IR56F e IR56G respectivamente.
El impuesto al salario aplica una tasa progresiva entre el 2 y el 17% sobre el salario neto del empleado. Alternativamente, un empleado puede optar por pagar una tarifa fija del 15%, asumiendo la responsabilidad de presentar la declaración anual y abonarla directamente al IRD.
En el caso de despido de un empleado, la empresa lo comunicará al Departamento de Impuestos Internos (IRD) a través del modelo IR56F, con al menos un mes de antelación. El empleado permanecerá sujeto a la retención aplicada por el empleador hasta que el IRD emita una carta de descargo que le libere de todas las deudas que podría tener con el Estado, en forma de impuestos o cotizaciones sociales.
Contribuciones sociales
Aunque el empleador no retiene el impuesto sobre el salario del empleado, sí tiene la obligación hacer contribuciones sociales al Fondo de Previsión Obligatorio. Recientemente lanzado en 2000, el MPF es el plan de pensiones de Hong Kong que, como su nombre indica, es una contribución preceptiva tanto para el empleado como el empleador.
Para iniciar estas contribuciones, el empleado debe completar un formulario de inscripción y elegir su sistema de cotización. El formulario completo se entrega al administrador, quien inscribirá al empleado en una cuenta MPF. Procesada la solicitud, el empleado recibirá una notificación de inscripción.
Ambas partes aportan el 5% de los ingresos comprendidos entre 7,100 HKD y 30,000 HKD mensuales. Es decir, si los ingresos de trabajador son inferiores al mínimo, este no está obligado a hacer esta contribución; sin embargo, el empleador sí lo estará. Por otro lado, si los ingresos del empleado exceden el límite superior, ninguna de las partes estará obligada a aportar más del 5% máximo.
Mantenimiento de registros y presentación de informes en Hong Kong
Mensualmente, con cada contribución al MPF, los empleadores deben enviar una declaración informativa del total de los ingresos de cada empleado, así como de la suma aportada por ambas partes. La copia de esta declaración debe estar disponible para el empleado a lo largo de los siete días hábiles siguientes a su realización. Tanto en caso de copias impresas como digitales, el empleador debe conservarla en sus archivos durante un mínimo de siete años.
Antes y después del último día de trabajo, independientemente de la causa por la que se ponga fin a la relación laboral, el empleador debe gestionar el último pago de las contribuciones obligatorias en nombre del empleado y notificar al MPF la fecha en la que finaliza el contrato, bien a través del estado de cuenta de la remesa bien mediante otra forma de notificación por escrito. El empleado también debe recibir el registro de esta aportación.
Hong Kong es una ciudad desarrollada con grandes oportunidades para la creación de empresas. Para facilitar la correcta transición a un nuevo mercado de negocios y asegurar los procesos, las empresas pueden apoyarse en equipos de expertos con experiencia internacional.